Cada vez son más las empresas que descubren el variado potencial de los vídeos en línea: su inmensa popularidad entre los usuarios, su capacidad para evocar emociones, excelentes oportunidades de marketing, importantes impulsos en las ventas de productos e incluso una mejor clasificación en los motores de búsqueda. Sin embargo, muchas pasan por alto los retos y obstáculos asociados al aprovechamiento eficaz de los vídeos.
Incluso con un concepto de vídeo coherente y clips producidos profesionalmente, queda una pregunta crítica: ¿Cómo deben integrarse los vídeos en el sitio web de la empresa? Hay tres opciones principales.
1. SOLUCIONES DE BRICOLAJE
La primera opción es una solución individual. Un empleado (con suerte) cualificado codifica los vídeos, programa un reproductor Flash o configura un reproductor de libre acceso, carga los vídeos en un servidor HTTP y los integra en el sitio web.
Si bien este enfoque puede funcionar para un pequeño número de vídeos con un número limitado de visitas, se convierte rápidamente en poco práctico cuando se manejan más vídeos o un mayor tráfico. Esta solución "hágalo usted mismo" puede resultar desorganizada, propensa a errores, requerir mucho mantenimiento y llevar mucho tiempo.
2. SITIOS SOCIALES DE VÍDEO
La segunda opción consiste en utilizar sitios sociales de vídeo como YouTube. Al subir vídeos a estas plataformas, las empresas reciben códigos de inserción para integrar los vídeos en sus sitios web. Estos sitios ofrecen estadísticas relativamente sólidas sobre el uso del vídeo, y los vídeos se pueden descubrir no sólo en el sitio web de la empresa, sino también a través de la búsqueda de YouTube.
Sin embargo, esta solución presenta importantes inconvenientes. Al subir vídeos a YouTube, las empresas renuncian parcialmente a sus derechos, permitiendo a YouTube comercializar los vídeos, lo que podría dar lugar a que los anuncios de la competencia aparecieran antes que el contenido de la empresa. Además, YouTube mantiene el control sobre la apariencia y las especificaciones técnicas del vídeo, lo que hace que las empresas dependan de las decisiones de la plataforma. En este caso, las empresas ceden el control a YouTube y deben aceptar cualquier cambio o limitación que se les presente.
3. PLATAFORMAS DE VÍDEO EN LÍNEA (OVPS)
Aquí es donde Brightcove entra como la tercera opción y la más profesional. Un OVP combina la personalización de una solución DIY con las capacidades técnicas de un sitio de vídeo social, al tiempo que ofrece seguridad jurídica y control total.
Por supuesto, una OVP requiere una inversión, pero no es diferente de otras herramientas y sistemas profesionales que las empresas utilizan habitualmente. Por un coste relativamente bajo, los clientes acceden a un sistema completo, bien mantenido y en continua mejora.
PRINCIPALES VENTAJAS DE LOS OVPS
- Entrega fiable: Los vídeos se entregan a través de redes de distribución de contenidos (CDN), lo que garantiza el rendimiento sin sobrecargar los servidores de la empresa.
- Análisis detallados: Los OVP proporcionan estadísticas detalladas sobre las visualizaciones de los vídeos, lo que permite a las empresas medir la eficacia y obtener información para futuras producciones.
- Control total: Los vídeos permanecen bajo el control total de la empresa, con la posibilidad de integrar la monetización mediante conexiones a servidores de anuncios o redes publicitarias.
- Flujos de trabajo optimizados: Los OVP minimizan las tareas técnicas y los riesgos, agilizando los procesos de producción y distribución de vídeo.
Las plataformas de vídeo en línea están diseñadas específicamente para el uso profesional de vídeos. Permiten a las empresas optimizar los flujos de trabajo, reducir los retos técnicos y utilizar los vídeos en Internet de forma eficaz, segura y rentable. Al invertir en una OVP, las empresas pueden liberar todo el potencial de los vídeos en línea manteniendo un control total y garantizando el éxito a largo plazo.