Los vídeos ramificados son el Cadillac de los contenidos interactivos. Desde la preproducción hasta la postproducción, la interactividad está presente en cada paso del proceso de creación de contenidos. Esto los convierte en uno de los tipos de vídeos interactivos más atractivos y uno de los más fáciles de hacer mal.
Si está empezando a utilizar el vídeo interactivo, es posible que no se dé cuenta de lo diferente que es la ramificación de otras interacciones. Pero una vez que entiendas el poder del vídeo ramificado, podrás aplicar mejor nuestras mejores prácticas y aprovechar ese poder para tu negocio.
¿QUÉ ES EL VÍDEO RAMIFICADO?
"Elige tu propia aventura" o ramificación es un tipo de vídeo interactivo utilizado en el marketing de contenidos que está recibiendo cada vez más atención a medida que los clientes esperan una experiencia de compra personalizada que dé prioridad a lo digital.
En primer lugar, es importante distinguir entre vídeos ramificados y capítulos de un vídeo. Ambas son herramientas de navegación, pero están diseñadas de forma diferente y consiguen objetivos distintos. Si un capítulo es un menú fijo, las ramificaciones son un bufé. Los capítulos añaden una forma fundamentalmente lineal a un vídeo, mientras que la ramificación es no lineal: las ramas permiten a los espectadores explorar una selección de temas.
La bifurcación crea un escenario dirigido por el usuario en el que éste puede tomar una decisión y ver los resultados. La ramificación puede funcionar en un solo vídeo (salto al tiempo) o entre vídeos (ramificación de vídeo a vídeo).
EL PODER DE LA RAMIFICACIÓN EN EL VÍDEO INTERACTIVO
La ramificación del vídeo es beneficiosa tanto para el espectador como para el vendedor.
Para el espectador, le da el control de la experiencia de vídeo desde el principio, permitiéndole explorar temas que son relevantes o interesantes para él. A su vez, esto significa que es más probable que completen el vídeo ramificado, lo que conduce a un mayor compromiso. Completar un vídeo significa que están avanzando por el embudo de marketing, aprendiendo sobre soluciones a sus retos y acercándose a tomar una decisión.
Para los profesionales del marketing, estas opciones de visualización les dan acceso a más datos sobre lo que interesa a los usuarios, con el fin de mejorar futuras experiencias. Además, se trata de datos que podrían no estar fácilmente disponibles en otros lugares. Las encuestas de audiencia pueden ser demasiado complicadas, desde formular las preguntas adecuadas hasta vincular las respuestas a los objetivos empresariales. Además, los resultados se quedan obsoletos al cabo de un tiempo. La bifurcación proporciona información nueva y práctica sobre lo que les gusta a los clientes, lo que no les gusta o lo que quieren ver más.
La ramificación funciona mejor en situaciones en las que hay que transmitir mucha información, como testimonios, presentaciones en conferencias o seminarios web, visitas guiadas virtuales, etc.: cualquier oportunidad en la que el espectador pueda navegar por áreas de interés o elección personal. Cada espectador llega al vídeo con diferentes conocimientos previos y diferentes objetivos para ver esos vídeos. La ramificación del vídeo te permite alcanzar esos objetivos mucho más rápido, de forma mucho más eficiente y proporcionando una experiencia mucho más feliz y atractiva.
CINCO MEJORES PRÁCTICAS PARA LA RAMIFICACIÓN DEL VÍDEO
Lo ideal es que los vídeos ramificados se diseñen y produzcan teniendo en cuenta la interactividad desde el principio. A la hora de escribir el guión, elaborar los guiones gráficos, rodar en el plató o preparar las tomas en el estudio, conviene tener en cuenta estas prácticas recomendadas.
- Diseña para el espacio. Diseña pensando en el medio. Muchos de los espectadores utilizarán tabletas o teléfonos inteligentes, así que reserva la mitad de la pantalla para el presentador o el experto en la materia y la otra mitad para las interacciones. Esto indica al espectador que se trata de un vídeo interactivo y que puede realizar acciones.
- Fomente la interacción. Sea muy explícito en su llamada a la acción. Simplifique las interacciones con sólo dos o tres opciones por rama y asegúrese de que los objetivos del vídeo sean grandes y se pueda hacer clic en ellos para que la acción quede clara. Deje que su experto en la materia gesticule o reaccione ante las opciones disponibles, lo que también aumentará la interacción. Truco profesional: deje siempre que el espectador haga clic para volver a una opción anterior.
- Limite las distracciones. Utiliza un fondo sencillo para cualquier vídeo ramificado. No tiene por qué ser blanco, pero tampoco demasiado llamativo. El objetivo subyacente de un vídeo ramificado es mantener una conversación con el espectador, así que no distraigas de esa conversación.
- El ritmo lo es todo. Diseña el ritmo del vídeo, así como su aspecto visual. Asegúrate de que cada opción aparece en pantalla el tiempo suficiente para que el espectador la lea y la comprenda. Diez segundos es una buena regla general. Además, añade cortinillas de 5 segundos, o secciones en blanco o negro o gráficos en movimiento, entre las distintas secciones de elección para facilitar la transición.
- No olvides el audio. Los elementos visuales son fundamentales, pero tampoco dejes el audio para el último momento. Continúe con la pista de audio debajo de los puntos de elección y las cortinillas. Esto crea una experiencia más fluida para el espectador. Pero no te olvides del nº 3 y asegúrate de que el audio no distrae a los espectadores de la acción que quieres que realicen.
Nuestro mantra es hacer que el vídeo funcione como el resto de la web, y crear una experiencia interactiva en la que se pueda hacer clic y guiar la experiencia. El vídeo nunca ha sido así, pero con la ramificación, ahora lo es.